A la carga denuevo por el Valle de San Ramón

Como dije tuvimos que desistir de encontrar en el intento anterior la cascada de la que nos habían hablado. En esta oportunidad se sumó a la aventura Carlitos y todos juntos envestimos denuevo la montaña, poco a poco fueron quedando en el camino los demás hasta que al final quedamos el Gonchi, Carlitos y quién les escribe, esta vez nos adentramos por el valle de San Ramón deslumbrados por los parajes rodeados completamente por altas cumbres, todo ello en la mas absoluta soledad, parecía que estábamos a cientos de kilómetros de la capital.Subimos aguas arriba por uno de los arroyos (ver foto en la que mis compañeros sumergen sus cabezas en un refrescante saltillo)hasta que llegamos a divisar a lo lejos y al costado sur del valle un hermoso salto de agua.

Por los datos que yo manejaba me di cuenta que ese no era el lugar que buscábamos, a esas alturas el cansancio era muy grande así es que empezamos a regresar(ver foto del Gonchi descansando al lado del estero San Ramón).

No obstante, y reconozco que en un acto de obcecación resolví no seguir bajando, abandonar a mis compañeros, y en cambio derivar por el valle hacia su costado Oriente, la verdad es que el asunto del mágico lugar me tenía un poco obsesionado, Uds. me conocen.Anduve sólo algo así como una hora hasta que por fin divisé a lo lejos un escalón enorme que tiene la cordillera desde el cual cae al valle el Salto del Agua, me acerqué y llegué a una meseta muy especial por tener algunas coníferas, entiendo que cipreses, me adentré por la vegetación y llegue a una especie de gruta natural formada por helechos, enredaderas, arboles nativos y las rocas donde caía libre el agua desde los cielos formando un pequeño posón cristalino.

Me bañé, alce las manos en dirección al líquido que caía sobre mi y grité de alegría solo como un loco, tome algo así como 8 fotografías me vestí e inicie el regreso con mucho cuidado porque un accidente me habría sido fatal por haber abandonado a mis amigos (error que espero no volver a cometer).

De las fotos que tomé no salió ninguna que pudiera dar fe de lo que les cuento, puesto que al parecer el rollo fotográfico estaba vencido, las únicas dos fotos que se lograron revelar son las que aquí ya les presenté las que denotan algún problema en la película. Lo que vi en esa oportunidad, lamentablemente es irrepetible, puesto que poco tiempo después vendría el aluvión de la Reina, el que según pude constatar en una visita posterior arrasó con la vegetación de la cascada.-

Pancho.-