Secretos del Chanlelfu...

Mientras el equipo del Brim Bram se afanaba por alcanzar las nacientes del Salto El Calzoncillo frente al Lago Rupanco, nuestras queridas compañeras se organizaron con una cabalgata por la orilla del Rio Chanlelfu, hacia Antillanca. Esta travesía no se realiza con turistas en invierno por las dificultades del terreno, el que va por encima del cajón rodeado de añosos Coigües, Tepas, Mañios y Boldos; con abundante sotobosque de musgo, enredaderas y trepadoras que ya en octubre se ven florecidas, como los chilcos, así como también los Notros, con sus llamativas flores rojas.

Se deben sortear varios planchones de barro, el que los caballos maestros y conocedores del terreno surcan airosos, sin subestimar ningún jinete una posible caída por resbalada o quedarse pegados.

La Sole no quiso ser acompañada por el empleado y guía de cabalgatas del Hotel a modo de solución para abrir y cerrar puertas, porque estaba segura de la ruta que haría, ya que su condición de local y residente de Puyehue la había enfrentado en varias oportunidades a esta travesía, además de la asistencia invaluable de la Cecilia para ensillar y preparar aperos, por haber sido "nacia y cria" entre las patas de los caballos.

Alguna de estas distinguidas damas no había tenido experiencias previas en el manejo de caballos de "verdad" sino en pingos de playa, por lo que el nerviosismo propio del que monta a caballo muy distanciadamente embargó entonces a estas aventureras amazonas, lo que comenzó a disiparse cuando, (desconocemos el origen y la veracidad de los que relataremos a continuación).... comenzaron a analizar sus respectivos caballos y a compararlos con las características de sus propios maridos ( es decir nosotros)......

• Pues bien dicen ellas que a la Cecilia le tocó un caballo de estatura media, apercheronado y muy fortacho, como afrancesado (Percheron) tipo motor V8, de tranco decidido, siempre se va adelante y se pica cuando lo quieren pasar, es más, tiraba mordiscones el chucha... Pero se notaba noble... y de buenos sentimientos.
• Por otro lado a la Anita le tocó un caballo harto alazán, igual de estatura media, bueno pa relinchar y también le gustaba irse por su lado, sin seguir o inflar mucho al grupo, bueno pa beber y buenos aperos, full equipo.
• Sin embargo el de la Pau, comentaban que era panzoncito... tambien medio piti... patas chuecas y bueno pal relincho también, como el de la Anita, le gustaba quedarse atrás gueviando, pero a guascaso limpio igual a ratos tiraba adelante... pa abrir puertas eso si, malaso.. traspiró como a la cuadra y media, llego desidratado a las pesebreras.
• Y en el caso del de la Milena, comentaban que más bien era chico, negro azabache con las patas cortas, medio pelao del moño ( mal tuzado), no se quedaba atrás, era silencioso, pero se le veía contento en si mismo, de a ratos quería comer pasto a deshora y andaba tironeando la rienda, para sacar una brizna... miraba mucho a la Yegua del campero....más no se sabe si atinó con ella..
• A la Mónica le tocó otro alazán un poco más chico, pero reforzadito, este como que la llevaba, o creía que la llevaba, iba buscando la ruta... era como más pensante, pero pituquito le sacaba el quite al barro y se pegaba las medias rodeadas. No le gustaba abrir puertas y dejaba que el caballo de la Sole hiciera el primer empeño..
• Y el de la Sole, chucha el caballo pa flaco... medio inglezado pero rústico, bueno pal cerro, igual le hacía al liquido, y lo cacharon pegándole unas enlorosadas y levantadas de labio a la yegua del campero, bueno pal barro, patas largas, pero se quedaba pegao, le faltaba ñeque, pero venía el caballo de la Cecilia y le pegaba una atrincá por el anca y salía cagando pa delante., igual llegaba a todos lados.
  
  Y bien, esto parece que causó mucha risa y demora en la cabalgata, a parte de que cumplió con relajar el nerviosismo entre las amazonas; el BRIM BRAM había llegado ya hace una hora de la cicletada y las perlas todavía no aparecían, y el sol ya se había guardado. Estabamos nerviosos... Aparcecieron muertas de la risa y bastante eufóricas.
  
  En la Cena de esa noche no se habló otra cosa entre ellas a hurtadillas.... Yo creo que fue pura coincidencia lo de los caballos o simple imaginación....
  
  
  Anónimo ( por seguridad)