Epifanía en el San Francisco

Repentinamente, a la vuelta de un recodo del valle, por fin apareció … y se manifestó con toda su hermosura el imponente San Francisco, a sus pies, una laguna, verdadero espejo del fantástico entorno con nosotros mismos (bicicleta y todo) incluidos en el reflejo. En esas aguas, nuestras miradas se sumergían elevándose hasta lo alto de la cumbre hipnotizándonos con el vértigo generado en la profundidad de la cristalina y gélida altura.-

En la primera foto: La laguna San Francisco; en la segunda: El Sebas (para que se ubiquen, al fondo está el sendero por donde subimos); en la tercera: Yo; y en la cuarta: El Sebas, el Caco y yo con el glorioso San Francisco y la laguna a nuestras espaldas.-

Pancho